Chubut Somos Todos

Este año, tan angustiante e incierto nos desnudó en las mejores y peores actitudes individuales. Por eso llegar al fin de año nos impone reflexionar sobre nuestras construcciones sociales, arrastrando los dolores de una pandemia impiadosa que se llevó la vida de demasiados familiares, amigos y vecinos, pero con la esperanza de que la ciencia y la vacuna nos irán devolviendo a una nueva normalidad, pero normalidad al fin.

Este año tan difícil que dejó desocupados, pobreza y llanto, obligo a los dirigentes políticos y sociales a mostrar la templanza de la que son capaces, más allá de la incredulidad ciudadana. No es fácil, además, en una provincia jaqueada por una crisis recurrente, que angustia a los empleados estatales y también a los ciudadanos, que necesitan de los servicios de un Estado que, por estas latitudes, es inductor principal del desenvolvimiento social y económico, máxime cuando la expansión mundial del coronavirus frenó la economía global y nos privó de una masa salarial estatal por la caída del petróleo y otra segunda por la caída de la recaudación impositiva.

Suele ser habitual que ante la crisis la primera actitud, después de la sorpresa, sea la negación y seguidamente la búsqueda de un culpable/responsable y así poder encararla con mayor entereza.

Nosotros desde Chubut Somos Todos hemos colaborado con nuestros afiliados, funcionarios y dirigentes para contribuir en la búsqueda del camino de salida a los agobios sanitarios y económico-financieros, como una de las partes de la Alianza de Gobierno, a sabiendas que estamos transitando un difícil camino, signado por la desconfianza, la crisis estatal, una economía extractivista que nos provee de importantes ingresos, pero condiciona nuestra diversificación productiva. En un país que necesita una reforma fiscal de fondo que sea federal, que premie la producción y aliente los desarrollos locales alejados de la Pampa Húmeda.

Nuestro espacio, joven aún, no tiene acendrada la mística del Justicialismo o el Radicalismo para sobrellevar sus crisis con el respaldo de la historia, tampoco la del sapagismo neuquino que construyó en el tiempo, un cimiento sólido. Nuestro espacio, generador de las etapas más desarrollistas y felices de la historia del Chubut con inclusión social, deberá procesar el devenir de estos últimos tres años, revulsivos para la construcción de una línea y propuesta política superadora y así consolidarnos como una fuerza de origen popular, con una mirada federal tan importante que luchará, como ya hemos hecho, para sacarnos del patio trasero de la República.

En este año que terminó, compartimos responsabilidades con dirigentes independientes y justicialistas de significación y más allá de las contingencias, debemos insistir y bregar por resolver los temas pendientes, aceptar los errores y mejorar la gestión de la cosa pública, con el mismo temple y mayores esfuerzos.

No se pudo desacelerar la demora en el pago de los salarios públicos, pero no se buscó el recorte del empleo público ni las deducciones de los salarios convenidos, no se desatendieron las urgencias sanitarias ni las climáticas, se asistió a los municipios con lo poco disponible, lejos de sus mayores necesidades pero suficiente para mantener la normalidad y se acompañó al sector privado, el más golpeado por la pandemia.

El 2021, nos traerá el debate del federalismo, de la representatividad, de la pertenencia y la recurrencia de los pendientes: combatir la pobreza, generar empleo privado, diversificar la matriz productiva, generar desarrollo sustentable y perdurable.

Chubut Somos Todos existe, tiene por delante un debate interno que resignifique nuestras creencias, doctrina política y nuevos liderazgos, pero existimos porque está compuesto de chubutenses comprometidos, militantes y trabajadores que están en cada pueblo y en cada barrio y que con coraje y sin tapujos ayudan a construir esa provincia que la mayoría sueña y que debe ser el objetivo de todos.

Por lo expuesto, estamos aliviados del fin del 2020 con la vacunación contra el Covid 19 en marcha, con el alivio que significará la renegociación de la deuda, la expectativa de la recuperación económica y es nuestro deseo que todos seamos partícipes de un mejor año nuevo.
Un mejor y feliz año nuevo.

Máximo Perez Catán
Presiente